Realmente, mi intención ha sido, desde el primer momento, dedicar una entrada a las bailarinas como calzado, pero visto lo visto, si me descuido, acabo hablando de todo menos de ellas. Aunque es verdad que a mí me gustan los "mix", las mezclas e interrelacionar unos temas con otros, dentro de un mismo contenido, y precisamente éste es uno de los que puede dar más de sí, ya que las bailarinas de verdad, las de carne y hueso, aquéllas que hacen Arte con su cuerpo en movimiento, han sido y son la fuente de inspiración de muchos artistas de muy diversas disciplinas.
La idea, el contenido escrito y los collages de este blog, son "cosecha propia". Las imágenes, escogidas de la Red, no. Si eres su autor/a y quieres que ello conste, no tienes más que decirlo. Este blog no tiene fines comerciales ni ánimo de lucro.Ha nacido sólo para divertimento de su autora, empeñada en resaltar la importancia de las cosas sencillas.
viernes, 25 de marzo de 2016
BAILARINAS III
Realmente, mi intención ha sido, desde el primer momento, dedicar una entrada a las bailarinas como calzado, pero visto lo visto, si me descuido, acabo hablando de todo menos de ellas. Aunque es verdad que a mí me gustan los "mix", las mezclas e interrelacionar unos temas con otros, dentro de un mismo contenido, y precisamente éste es uno de los que puede dar más de sí, ya que las bailarinas de verdad, las de carne y hueso, aquéllas que hacen Arte con su cuerpo en movimiento, han sido y son la fuente de inspiración de muchos artistas de muy diversas disciplinas.
domingo, 13 de marzo de 2016
BAILARINAS II
He ido a París sólo una vez, hace
ya tiempo. Estuve 16 días, tiempo suficiente para recorrer todos sus lugares
más emblemáticos, con ese placer que se
siente al comprobar que lo que has estudiado o leído o soñado antes, lo tienes,
de repente, ante ti, se hace realidad y no puedes dejar de mirarlo y admirarlo
para empaparte de su historia, de su
belleza y quedarlo gravado para siempre en tus recuerdos.
sábado, 5 de marzo de 2016
BAILARINAS
La verdad es que el ballet clásico
nunca me ha llamado la atención. Ni para practicarlo ni para admirarlo. Si digo
que me aburre soberanamente, no estoy exagerando. Quizá sea cuestión de
temperamento, porque luego “bailona” sí que he sido y, en su día, participé con
mis compañeras de colegio en algunas funciones de fín de curso, pero formando
cuadros de ballet moderno, o musicales… Clásico, no. Aunque eso no quita para
que reconozca el mérito de las bailarinas profesionales: su disciplina, su
incansable trabajo, su dedicación…, gracias a lo cual consiguen crear unas obras
de una belleza y plasticidad impresionantes. Y como todo lo que merece la pena,
requiere mucho sacrificio desde los comienzos…