Gente sencilla y acogedora, llena de sabiduría, siempre dispuesta a aprender de los demás, con una curiosidad sin límites que les hace parecer siempre jóvenes, aunque ya "peinen canas"; personas divertidas y amantes de la vida que saben ver el lado bueno de las cosas por más que estas se compliquen; gente alegre y positiva, buena gente de mirada limpia que irradia una luz especial, imposible de pasar desapercibida; una luz interior que se vé desde fuera, y que sale por los ojos, por la voz, por los gestos... de todos aquéllos que tienen el privilegio de contar con ella, alumbrando el camino de quienes les rodean.
Pero, bueno, no es a esa luz a la que voy a referirme en esta entrada, porque no me gusta ponerme demasiado intensa ..., ni melancólica, quizá porque me entristece recordar a las personas que he conocido que la tenían, y que ya no están a mi lado...
La luz interior a la que aquí me refiero es la luz artificial con la que a cada uno le gusta iluminar su casa, y las distintas formas de hacerlo, con lámparas de todo tipo y tamaños: lámparas de mesa, de pié, de techo, y de los distintos materiales con los que se pueden fabricar éstas, además de focos y otras luminarias que, a la vez que nos sirven de adorno, cumplen una función decorativa, de ampliación de visibilidad o concreción de espacios, con las que a veces no nos hace falta nada más para llenar una habitación o hacer, de cualquier rincón de la casa, un lugar especial.
A mí, particularmente, las Tiffanis, me encantan. Son muy conocidas, pero jamás pasan de moda porque no desentonan en ningún ambiente. Son un pequeño toque de belleza y glamour, alegría y colorido, que allá donde se pongan, centran toda la atención como si no existiera nada más alrededor.
Para los ambientes minimalistas, donde lo menos, es más, a mí me parecen perfectas, porque rompen con la decoración demasiado austera, fría y lineal de los mismos.
Auténticas vidrieras en miniatura, son conocidas por el apellido de su creador: LOUIS COMFORT TIFFANY ( 1848-1933), artista pintor, interesado en el vidrio medieval y el diseño de interiores, hijo mayor del propietario de la famosa firma de joyería Tiffany & Co, y que creó su propia compañía en 1885, dedicada a las técnicas de fabricación del vidrio.
Las lámparas, consideradas por algunos expertos como uno de los ejemplos más bellos de las artes decorativas del modernismo, fueron fabricadas entre 1885 y 1920, a raiz de una colaboración de su creador con THOMAS EDISON, el inventor de la bombilla eléctrica, al imaginar los efectos que produciría la luz de ésta en sus composiciones de vidrios de colores, fabricadas en miniatura. El resultado no hay mas que verlo. Una auténtica novedad para la época, que fue objeto, con posterioridad, de múltiples reproducciones y copias de copias de las reproducciones, que son las que llegan al gran público, ya que las auténticas, las originales, se venden hoy por más de dos millones de dólares, según he leído.
Y hablando de vitrales y de vidrieras, ya no es necesario salir de casa para admirarlas. Puedes tenerlas dentro, a modo de tabique separador de ambientes, o en las puertas y ventanas, dando un toque especial y elegante a cualquier estancia. Y las hay para todos los gustos, con múltiples motivos y mezcla de colores diferentes, haciendo que la luz que nos entra desde fuera, cuando es de día, o la que traspasa los cristales, cuando es de noche y encendemos tras de ellas una bombilla, conviertan nuestro hogar en un mundo mágico y diferente.
Luego también hay otras muchas formas de iluminarnos. Más sencillas, desde luego, pero muy originales y divertidas. Desde unas bombillas de cristal transparente, iluminando con la llamita de luz de una vela, hasta lámparas hechas a base de botellas de cristal, colgadas del techo, marcando o separando ambientes. Detalles de imaginación y creatividad que nos hacen la vida mucho más agradable.
Qué bonitos, por Dios!! |
Hay también lámparas de suelo, vitrales en pequeño como las Tiffany, y algunas muy especiales, como éstas de
estilo étnico, muy acogedoras, que sirven para crear un ambiente joven,
divertido y hasta naif. Son luces bajas que dejan casi en penumbra las
estancias, favoreciendo la intimidad, y que, a la vez, adornan y dan
vida, a través del colorido de sus cristales.
Y luego
están las lámparas de techo. También de todos los tipos y tamaños. A mí
me encantan grandes, de lagrimas de cristal transparente, y de colores, como detalle de decoración clásico, renovado y único, mezclando estilos, para que el ambiente no resulte demasiado recargado. Auténticas obras de arte, verdaderas maravillas, de las que estas de abajo, son sólo una muestra.
Hay mucho más. Pero yo, de lo que he visto, es lo que más me ha gustado, sin entrar por supuesto a hablar, en profundidad, del arte de trabajar el vidrio, de las maravillosas vidrieras, obras del Arte Universal que hay repartidas por palacios, iglesias y catedrales de todo el mundo, del Art Nouveau o de la decoración de interiores, para todo lo cual existen una gran variedad de páginas especializadas en Internet, que yo recomiendo consultar a los que estén interesados en ampliar sus conocimientos.
"Vitral con Pavo Real", de Louis Comfort Tiffany |
Y finalizo esta entrada con un detalle que me ha parecido muy especial para iluminar, de una forma diferente y glamourosa, el dormitorio o el cuarto de trabajo de alguna amante de la moda. Unas luminarias de Moschino muy chics, con las que me despido.
Ciao, Ciao.......
Monni, muy bonita, como siempre esta entrada y en esta destaco ese empiece a que le das la vuelta. La luz del alma y la luz de las vidrieras. No te importe ponerte sentimental, en lo que escribes, ya lo he dicho otras veces, se ve tú sensibilidad y tu luz interior
ResponderEliminarMonni sigue deleitandonos
Estoy con Picatorce, en lo que escribes se ve tu sensibilidad y tu luz interior Monni.
ResponderEliminarEs curioso porque ayer me llamaba una amiga de mi madre que cumple el mismo día que yo, se llama Bella, y es bella, y justo pensaba algo parecido a tu introducción, hay personas como ella que en cuanto aparecen sientes el cariño, una sensación de protección, de paz y que, como tú dices, solo con mirarlas a los ojos, les ves la bondad.
Me encantan las lámparas Tiffany y las de lágrimas no muy grandes, estoy contigo, son el contrapunto perfecto en un entorno digamos sobrio. Me recuerdan al terciopelo, al bueno, al que yo soy aficionada si se utiliza bien. Hace poco en un trabajo en un gimnasio, la dueña me enseño dos lámparas tipo Tiffany y en un plis tenían su sitio en la recepción, y eso que ellos son muy zen, muy del estilo japonés, pero quedaron preciosas.
La vidriera de los peces es una maravilla Monni, qué delicadeza!!!
Gracias Picatorce, Gracias Gave, por vuestros comentarios. Muacc!!
ResponderEliminarCreo que has descrito a alguien que conozco…
ResponderEliminarLas lámparas son ideales y como dices, nunca pasan de moda. Me refiero a las Tiffany, pero las otras, las de lágrimas, las de cristal, me alucinan. Creo que quedan bien casi en cualquier parte.
Mi apoyo, desde aquí, al nuevo Rey Felipe VI, y mi agradecimiento a su padre Juan Carlos I, por los 39 años que ha hecho de este país un país libre, democrático y feliz.
ResponderEliminarhttp://www.nocturnar.com/forum/attachments/diseno/81974d1356131213t-brindis-copas-brindis.jpeg
Rosella, Gave, Picatorce!!!..Chin Chin!!!...Porque en esta nueva etapa, todo vaya bien!...
ResponderEliminarChin chin Monni :)
ResponderEliminarCreo que ha hecho un discurso estupendo! que todo vaya bien! :)
Usas unas copas tan finas que no había oído el Chin Chin!!…
ResponderEliminarLlego tarde, pero… Chin Chin!
Ojalá que todo vaya bien...