Han sido pocas las
ocasiones en las que he visto nevar, y de esas pocas veces, raro ha sido que
haya cuajado la nieve...Por eso, quizá, cuando miro esas bolas de cristal con
algún objeto dentro, que cuando las agitas se llenan de copos blancos, me quedo
fascinada, porque es como si en ellas se hubiera quedado encerrada la imagen de
ese paisaje nevado que yo alguna vez he visto, o, tal vez soñado...
Y no me canso de voltearlas, de tal forma que siempre que paso por el sitio donde tengo colocada una de ellas, me paro un momento, la cojo, y le doy la vuelta...Son sólo cinco segundos, pero los suficientes para ver cómo se arremolinan, abajo, todas las pavesas blancas posadas en el fondo de la bola, y, una vez puesta ésta en su posición de origen, cómo empiezan a caer lentamente, en forma de copos de nieve, hasta que el paisaje o el objeto que hay dentro puede verse nItidamente...
Y no me canso de voltearlas, de tal forma que siempre que paso por el sitio donde tengo colocada una de ellas, me paro un momento, la cojo, y le doy la vuelta...Son sólo cinco segundos, pero los suficientes para ver cómo se arremolinan, abajo, todas las pavesas blancas posadas en el fondo de la bola, y, una vez puesta ésta en su posición de origen, cómo empiezan a caer lentamente, en forma de copos de nieve, hasta que el paisaje o el objeto que hay dentro puede verse nItidamente...
Y una cosa tan simple como
ésa, me hace salir a la calle con una sonrisa en la cara, y con la idea de que
ése día puede ser un gran día, si me empeño...
Por eso me llaman tanto la atención esas bolas de cristal con nieve.
Ningún otro objeto de los que conozco, te permite retener, en un espacio tan
diminuto, una imagen real o, quizá, un sueño, mientras te relaja y te hace
sonreír. De ahí que, para mí, sea uno de los regalos perfectos y, si me apuráis,
mi sugerencia para estas fechas navideñas, siempre que su destinatario sea
alguien con imaginación.
Además, las hay de todos
los modelos, y de todos los precios, con infinidad de objetos y significados,
con copos de nieve o sin ellos, para mayores o para niños, de fabricación
casera o auténticas obras de arte...., como las de estas imágenes, de figuras
delicadísimas, casi etéreas, pero muy reales, atrapadas para siempre en un
instante cotidiano...
¡¡¡ Son tan
bonitas!!!...
Parece ser que el origen
de las bolas de nieve de cristal, se encuentra en la Exposición Universal de
París, de 1889. Allí fue donde salieron a la luz pública por primera vez,
habiéndose erigido, desde entonces, en el souvenir turístico por excelencia, pues
por un módico precio te puedes llevar un recuerdo colorista y animado de la
ciudad que visitas.
Bolas de nieve: Walter Martín & Paloma Muñoz |
Consideradas a medio camino entre lo naif y la horterada, en la actualidad las hay que se han convertido en objetos de decoración de lujo, diseñadas para embellecer los ambientes mas sofisticados...
Y casi me hipnotizan las bolas de cristal por excelencia, las que se utilizan, desde antiguo, como método de adivinización....Tan transparentes, tan perfectas, con tanto misterio que no sabes si acercarte mucho, por temor a que te absorban y se quede algo de ti encerrado en ellas ...
Dicen que son uno de los oráculos más antiguos de la
historia y que su interpretación es mucho más fácil de lo que puede parecer.
Bastaría, en principio, con relajarnos, abrir la mente y meternos en su
interior....., aunque, está claro que además, hace falta aprendizaje y técnica.
Las hay preciosas, la verdad, aunque sólo sea para tenerlas en casa como
adorno, y, de paso, si pueden absorber las malas energías, mejor que mejor,
independientemente de que las utilices o no para la videncia...
Y tan transparentes como el cristal, aunque menos resistentes e igual de bellas, no podía olvidarme de otras bolas tan mágicas o más que las anteriores..., surgidas con infinita delicadeza de nuestros labios y de la mezcla del agua con jabón ...
Y tan transparentes como el cristal, aunque menos resistentes e igual de bellas, no podía olvidarme de otras bolas tan mágicas o más que las anteriores..., surgidas con infinita delicadeza de nuestros labios y de la mezcla del agua con jabón ...
Las pompas de jabón, como
juguetes, tienen al menos 400 años.... Al parecer, existen pinturas flamencas
del siglo XVII que muestran niños soplando con tubos de arcilla. La empresa
londinense A. & F. Pears creó, una famosa campaña de publicidad para sus
jabones en 1886, usando una pintura de Millais en la que un niño juega con
pompas.
Pero éso no es todo, buscando, buscando en la Red, he encontrado una maravillosa página de Arte, que
nos enseña una serie de pintores, además del autor del cuadro que inspiró el
cartel de arriba, que han utilizado en alguna ocasión, en sus cuadros, el tema
de las pompas de jabón. Os pongo sólo una muestra: Jean-Étienne Liotard,
Jean-Baptiste Siméon Chardin, Edouard-Manet, Bernhard-Zickendraht,
Charles-Bird-King,,,etc. Os dejo el enlace de la página por si queréis seguir
viendo más: Arte + Arte
Con posterioridad, en los
40, una empresa de Chicago empezó a vender líquido para pompas, y desde
entonces el juego ha atraído la curiosidad de mayores y niños, vendiéndose,
quizás más que ningún otro juguete, alrededor de unos 200 millones de botes,
anualmente, según estimaciones de la industria.
Además de existir una gran
variedad en el mercado, también las podemos fabricar en casa. La manera más
fácil es mezclar, en un recipiente, agua con un poco de líquido lavavajillas,
aunque ésto último no siempre funciona como se espera, por lo que si os interesa
hacer las cosas como es debido, existen varias fórmulas y trucos para las
mezclas, que podéis encontrar en cualquier página de internet relacionada con
el tema, o simplemente, consultando en la Wikipedia.
Se necesita un soplador para hacer la pompa, cuyo material habitual es el plástico, si bien cualquier estructura con forma de aro valdría. Incluso se pueden hacer doblando un alambre lo bastante grueso como para que se quede rígido, envolviéndolo, a su vez, con hilo o vendas para que el agua jabonosa se adhiera mejor al aro. El tamaño y la forma de la pompa dependerá del tamaño y la forma del soplador...
Como veis, estos regalos
son una forma de crear ilusión, buena, bonita y barata, de modo que no existen
excusas para que un niño se quede sin la sorpresa del día de Reyes, salvo que
sus mayores carezcan de imaginación y del cariño que les deben.
Espero que os haya gustado
y si habéis sacado alguna idea para estas fechas, mejor que mejor...
Volveré por Navidad...o Año Viejo, casi seguro, con algún especial de fiesta. Aunque, por si acaso..., os adelanto mi felicitación...
ENTRADA NUEVA: "SONRISAS DE NAVIDAD"
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