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Definitivamente, yo no
hubiera sido la personal shopper, en exclusiva, del Crocheting Club, si no
hubiera escrito Entradas como la que a continuación resumo y que fue publicada
el 14 de Julio de 2013: Una crónica “río”, hecha a conciencia, como todas las que
se hacen allí, en la que quise demostrar cómo gracias a la imaginación
y creatividad de algunos “elegidos”, los objetos más sencillos y cotidianos se convierten
en algo distinto y, a veces, hasta glamuroso…
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Aunque pudiera parecer otra cosa, mi intención con esta entrada no es,
así de sopetón, dejaros tiritando, sino contribuir a hacer más llevadero un
verano que, como suele pasar casi siempre por estas fechas, está siendo
agobiantemente caluroso, aunque eso es algo que se nos acaba olvidando año tras
año.
Y es que, para mí, si hay algo que identifica la época estival además del
color azul, son los HELADOS, considerados, en su día, un
manjar de reyes, por las dificultades que existían para su preparación.